Por Fin Llegan las Anunciadas Catástrofes


UN PODEROSO VIRUS VIENE DEL SOL

El poderoso virus de la Tolerancia. Nos infectará de una irresistible necesidad de entender al prójimo. Ese virus nos hará pensar que hay más de una verdad en el mundo y que las creencias de los hermanos son para compartirlas, no para confrontarlas.

UN TERREMOTO DE MÁXIMA AMPLITUD

Un fenómeno tectónico que derrumbará prejuicios y limitaciones. Un tremendo sacudón a nuestros dogmas y falsa moralidad. Las bases de nuestra razón se quebrarán y procederemos a la gran reconstrucción de nuestros paradigmas.

LA MÁS GRANDE INUNDACIÓN

Un Diluvio de eso que nos ruboriza nombrar, pero que nos morimos por escuchar. Un Diluvio de Amor. Un Diluvio de Amor, que nos hará sentirnos calados de Amor hasta los huesos y flotar en los mas tiernos sentimientos. Abrirá las compuertas de nuestro Corazón antes que nos sequemos de indiferencia.

UN HURACÁN DE FRATERNIDAD

Un franco ventarrón que hará volar por los aires nuestras supuestas diferencias y nos dejará desnudos y sin máscaras. Derribará las paredes de nuestra hipocresía y echará por el suelo nuestras mentiras. Será un soplo refrescante en nuestras relaciones con todos los seres.

UN INCENDIO DE VERDADERA PASIÓN

Incinerará nuestra mediocridad y no quedarán ni las cenizas de nuestro desgano y apatía. Encenderá nuestros ánimos hasta que ardan nuestras voluntades, y como un ave fénix, resurja este espléndido Ser Humano Sin Límites.

UNA GIGANTESCA OLA DE INTELIGENCIA

Será tan grande, que a su paso, barrerá con toda nuestra ignorancia, arrastrará nuestra oscuridad y estupidez, y nos dejará el terreno limpio para sembrar las más grandes ideas y los más Nobles Ideales.

UNA INVASIÓN DE NUEVOS SERES

Una invasión de Seres Cósmicos de Luz, infiltrados como nuestros hijos, sobrinos o nietos. Devastadores de todo lo inservible, lo caduco, lo anacrónico, lo inútil. Un verdadero ejército de constructores con Fe en nuestros ideales Fraternos para realizarlos Juntos y en Armonía, por Amor a esta Bella Humanidad.

Gracias Niños Dioses.


Agradecimientos al autor anónimo de este texto

Compartido por OCTAGONAL